-Desenrolla la alfombra, enciende las luces, pon la música y vístete con tu mejor traje. Ella está en camino. Ábrele la puerta cuando llegue, ofrécele tu mano y sonríe, comenta algo sobre sus zapatos, pendientes o algún otro detalle que unos ojos despistados dejarían pasar inadvertido. Haz que se sienta como la reina que es, llévala hasta el trono y enséñale las maravillas que éste le ofrece. Si lo haces bien, tal vez ella te recompense. El ayudante juega un papel fundamental en la vida de un gobernante. Te necesita para cumplir sus funciones y satisfacer sus placeres. Eso harás, todo eso y más.
-¿Y qué pasará cuando se dé cuenta de que no es real?
-Lo sabe, pero no quiere admitirlo. Necesita tener el control, y un mundo que no es real se escapa de sus manos. Por eso te necesita, ya que tú eres quien le mostrará el mundo que ella quiere ver.
-No se si podré...
-Si no puedes, ya buscará a un ayudante mejor. Ahí fuera existen miles de personas que se doblegarían ante una vida de servicio con sólo estar cerca de la reina. Pero ella te eligió a ti porque sabe de lo que eres capaz. No temas defraudarla, pues si se equivocó no cae en tus manos. Hazlo como tú sabes.
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