jueves, 18 de abril de 2013

Miradas

Sabes que alguien te mira y apartas los ojos de esa persona, y tras unos segundos miras de reojo para verificar si sigue obervándote. Es curioso que nos sintamos incómodos cuando alguien se para a contemplar los detalles que compartes con el mundo; una sonrisa tímida, unos ojos alegres, un cuerpo atractivo... Y cuando sabemos que nos miran, nos sentimos como maniquíes en un mostrador.

Aunque no siempre es así, hay miradas que no se fijan en detalles, sino que buscan transmitir un mensaje. Interpretar una mirada así puede ser tan difícil como contar los segundos que permanece clavada sobre nosotros. Pero a veces, sólo a veces, respondemos de forma automática a este tipo de miradas con otra mirada, y entonces el tiempo parece detenerse mientras nuestros ojos se cruzan, y todo alrededor se vuelve insignificante. Sólo tú eres lo esencial, y en ese pequeño vórtice temporal que nos envuelve siento mil emociones a la vez, y mi mente susurra:

"ojalá no acabe nunca..."