domingo, 6 de noviembre de 2016

Despejando

Estoy cansado de perseguir luces que se alejan de mí a cada paso que doy. Estoy harto de fijar la vista en los mismos puntos y quedarme embobado con sus bailes. Quisiera dejar de sentir la necesidad de extender mi mano y cogerlas. Quisiera cerrar los ojos y olvidarme de ellas. Pero los abro y vuelven a hipnotizarme, y vuelvo a quedar preso de un sinsentido emocional que me conduce a mi propia frustración.

Hay una luz, una antigua compañera que camina junto a mí. Juguetona, se posa en mi hombro, y ya he aprendido a ignorar su belleza. Camina sobre mis brazos, e incluso se posa en mi palma abierta. Pero cuando la cierro, ella echa a volar entre carcajadas. Y vuelvo a observarla embelesado, flotando y girando, parpadeando con luces de mil colores y cautivando cada ápice de cordura que encuentro. Ya conozco su juego, y he aprendido a ignorarla. O eso quiero creer.

Estoy cansado de mirar como un niño cómo otros parecen encontrar la forma de atrapar sus luces, e intento imitarlos de forma torpe, pero sólo hago el ridículo. Y las luces se escapan. Las odio. Quiero mirar a otro lado y no hago más que encontrar nuevas luces que me vuelven a enganchar. Lo de siempre. Y no sirve quedarse quieto, así que seguiré intentando capturar a esas pequeñas brujillas mientras aún respire. Puede que algún día consiga lo que anhelo. Puede que algún día todas desaparezcan y yo descanse en paz.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Mi princesa

Es que sé que es ella,
lo presiento,
viendo las estrellas
que en los ojos lleva dentro.
Lo intento,
no veo el momento,
dispara su sonrisa contra
el viento, y resulta
violento,
sentir cemento
en mi pecho deshecho
por cada sentimiento
de lamento.


Y me reinvento,
entro en movimiento.
qué pena no leerte el pensamiento,
Y vuelvo a estar lento,
(-) (-)
ni me presento, perdido está el
partido, de momento.

(- - - -)

Sé que acabará por descubriiiiir
toda la verdad que no quiso saliiiir.
Es extraño y a la vez,
tan normal querer seguir
Asíiiiiiiiiiii...

(- - - -)